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La responsabilidad de contratar un seguro

¿Qué es lo primero que sentimos cuando contratamos un seguro? No importa cuál. Piense en el primero que le venga a la mente. Lo primero que sentimos es tranquilidad, alivio, como si nos hubiéramos sacado un peso de encima. Una reacción muy lógica si tenemos en cuenta que todo lo que es parte de nuestras vidas tiene un riesgo asociado. Lo que compramos, nuestra salud, el futuro de nuestra familia. Por eso es de ley conocer más sobre el tema y refrescar en nuestra consideración lo importante que son los seguros. Todos sabemos que son costosos, pero la tranquilidad que proporcionan es directamente proporcional a su costo. No hay manera de escapar de eso, pero sí hay maneras de reducir el gasto sin disminuir las prestaciones. O sea, decidir lo mejor.

A continuación, Alejandro Bespalko, CEO de BAGroupUSA LLC, empresa líder en Inversiones de Alta Rentabilidad en Bienes Raíces, nos va a proporcionar información precisa y esclarecedora sobre el tema.

Alejandro, ¿qué es lo que considera más importante en relación al hecho de contratar un seguro? Lo pregunto en general, no específicamente sobre los seguros inmobiliarios, que se que son su especialidad.

Precisamente lo que mencionábamos en la conversación que veníamos teniendo antes de comenzar la entrevista, la tranquilidad que proporcionan, sean obligatorios o no. Eso es innegable. No estar asegurado es confiar en que las probabilidades van a estar siempre a nuestro favor, que nunca vamos a ser parte de las estadísticas negativas. Preguntarse, por ejemplo, ¿cuántas casas se incendian por año, una cada 10000? Y responderse, seguro que no va a ser la mía. Y lo mismo con un auto o con la salud.

A nivel de Bienes Raíces, ¿para qué sirven los seguros? ¿De qué nos protegen? Se lo pregunto porque a veces sorprende la desinformación de la gente al respecto.

Es verdad. Eso sucede porque el tema de los seguros es algo a lo que no se le da importancia que tiene. Debería ser considerado un costo adicional a cualquier inversión. Es decir, parte de la misma. Los seguros inmobiliarios nos protegen de muchas cosas, y existen variedades que uno ni imagina. Prácticamente se puede asegurar cualquier cosa y de la manera que uno quiera, salvo en los seguros mandatados por ley. Lo primero que hay que definir es qué uso se le va a dar a la propiedad. No es lo mismo asegurar una vivienda de residencia permanente que una casa de veraneo o comprada para alquilar en régimen de alta rotación.

¿En que varían?

La cobertura lógica de una residencia permanente es la cobertura total. Estructura, contenido, daños personales y riesgos contra terceros. Esto último teniendo en cuanta la probabilidad de gastos médicos y eventuales demandas. En el caso de los condominios, es fundamental por el daño que se puede causar a otras propiedades, lesiones de sus ocupantes incluidas, y esto por fuera de la Master Policy que cubre las áreas comunes. En las propiedades para alquileres de alta rotación, las mismas compañías encargadas de la intermediación establecen sus propias coberturas, obviamente con ciertas condiciones, limitaciones y exclusiones. Lo que no impide para nada contratar seguros paralelos.

¿Que tanto puede influir donde esté ubicada la propiedad?

Ya hay una diferencia planteada en la respuesta anterior. Una casa que se habita dos meses al año no necesita cobertura total. Por lo general el contenido no entra en consideración. Y asegurar contra terceros, sólo para daños causados dentro de la propiedad. Se sobreentiende que tener responsabilidad sobre propiedades vecinas es mucho menos probable. Una cuestión de distancia y de tipo de construcción.

Todos los que contratamos seguros sabemos que un buen seguro nunca es barato. ¿Hay alguna manera de pagar menos por lo misma cobertura?

Si, hay medidas que reducen el costo de los seguros, y algunas significativamente. Por ejemplo, si se es dueño de varias propiedades puede asegurarlas en lote. Algo así como asegurar una flota de autos. Siempre va a salir más barato, y bastante. Pero este es un caso muy especial. Hablando de dueños de una sola propiedad, las formas tradicionales son aumentar el deducible, que es la cantidad que la compañía de seguros nunca cubre cuando se produce el siniestro. Todos sabemos que reclamar contra las compañías de seguros por un daño menor es una mala decisión. Se pierden los descuentos automáticos y las bonificaciones disminuyen, y al próximo año ese mismo seguro va a salir mucho más caro. Siempre va a ser preferible pagar el deducible, y para quien pueda aumentarlo mucho más, y no acumular reclamos. Lo otro es aprovechar los descuentos que dan las compañías según la seguridad que ya tienen las casas a asegurar. Un buen sistema de alarma es la mejor opción.

¿Alguna recomendación de despedida?

Si. Siempre tengan seguro, no importa que no sea el que en verdad quisiera contratar. Un seguro con menor cobertura siempre va a ser un seguro, y en el momento que se necesite, aunque no sea la solución total, va a ser una gran ayuda. No tener seguro es vivir en riesgo permanente de perderlo todo.

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